ABRE LOS OJOS, no es una paranoia. Es una dictadura tecnológica-científica, una verdadera conspiración para apoderarse de todo el planea con todas sus riquezas y recursos. Vamos a organizarnos y apóyarnos ante esta increíble realidad que ya esta saliendo a la luz publica.
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domingo, 4 de diciembre de 2016
MADRES Y PADRES TÓXICOS
Hablamos de madres tóxicas, no obstante, cabe aclarar también que hay padres tóxicos y abuelos tóxicos.
Pilares en la educación de los niños que lejos de fomentar una madurez personal y una seguridad con la cual, poder abrirse posteriormente al mundo, no hacen más que anclar pesadas cadenas vetando por completo la independencia física y emocional de esa persona.
Ahora bien, cabe decir que el rol de la madre tiene casi siempre, un peso más intenso en la educación de los niños. Es ella quien establece ese vínculo de cuidado y afecto tan estrecho con ese recién nacido, que día a día, irá desprendiéndose de sus brazos para avanzar con seguridad por el mundo sabiéndose amado, teniendo siempre ese referente que le ha aportado un amor incondicional pero saludable, con el que madurar de modo inteligente.
Las madres tóxicas ofrecen un amor a sus hijos hostigante a la vez que inmaduro. Proyectan sobre ellos sus inseguridades para reafirmarse personalmente, y así, tener mayor control sobre sus vidas y sobre la de sus hijos.
1. ¿Qué hay detrás de la personalidad de las madres tóxicas?
Puede que nos llame la atención, pero detrás del comportamiento de una madre tóxica, está el amor. Ahora bien, todos sabemos que a la hora de hablar del amor, existen dos caras de una misma moneda: está esa dimensión capaz de propiciar el crecimiento personal de la persona, ya sea a nivel de pareja o a nivel familiar, y a su vez, está también ese lado más tóxico donde se ejerce un amor egoísta e interesado, a veces hasta asfixiante, que puede ser completamente destructivo.
Lo preocupante, es que los familiares que despliegan las artimañas de la toxicidad, lo hacen hacia criaturas que están en pleno proceso de maduración personal, ahí donde debe asentarse su personalidad, su autoestima… Todo ello, irá esculpiendo en ellos grandes vacíos, grandes inseguridades en ocasiones insalvables.
Veamos ahora qué dimensiones psicológicas perfilan a las madres tóxicas:
1. Personalidad insegura
En ocasiones, suele esconderse una clara falta de autoestima y autosuficiencia que les obliga a ver en sus hijos “esa tabla de salvación” a la cual modelar y controlar para tener siempre a su lado, para que cubran sus carencias.
El ver por ejemplo que sus hijos empiezan a ser autónomos, que ya no las necesitan tanto y que poco a poco son capaces de hacer su vida, supone para ellas una gran ansiedad, puesto que temen ante todo quedarse solas. De ahí que sean capaces de desplegar “hábiles artimañas”, para seguir teniéndoles cerca e incluso justificarles que debe ser así, y un modo de hacerlo es proyectando en los niños desde el inicio su misma falta de autoestima, y su misma inseguridad.
2. Obsesión por el control
La necesidad por tener controlado cada aspecto de sus vidas, hace que acaben haciendo lo mismo en la vida de sus hijos. No son capaces de ver los límites. Para ellas, control es sinónimo de seguridad, de algo inmanente que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque les hace sentir bien.
Lo complicado de esta dimensión es que suelen ejercer el control pensando que con ello, hacen el bien y que así demuestran amor por los demás. “Yo te hago la vida fácil controlando tus cosas para que seas feliz”, “Yo solo quiero lo mejor para ti, y por ello evito que puedas equivocarte”…
El control llevado a cabo desde la justificación del cariño, es el peor acto de la sobreprotección. Impedimos con ello que los niños sean autónomos, capaces y valientes. Y aún más, que aprendan de sus errores.
3. La proyección de los deseos incumplidos
“Quiero que consigas lo que yo no tuve“, “No quiero que caigas en mis mismos errores”, “Quiero que llegues a ser aquello que yo no pude conseguir”.
En ocasiones las madres tóxicas proyectan en sus hijos los deseos incumplidos de su propio pasado, sin preguntar siquiera qué es lo que ellos desean, sin darle opción a elegir, pensando que con ello, les demuestran un amor incondicional, cuando en realidad, es un falso amor, un amor interesado.
¿Cómo enfrentarnos a una madre o a cualquier familiar “tóxico”?
Sé consciente de que debes romper el ciclo de la toxicidad. Has vivido durante mucho tiempo dentro de él, sabes las heridas que te ha dejado, sin embargo, ahora ya comprendes que necesitas abrir tus alas para ser tú mismo. Para ser feliz. Te va a costar, pero debes empezar a decir “No”, a poner en voz alta tus necesidades y a alzar tus propios muros, esos por los que nadie debe pasar.
Es tu madre, o es tu familia, los quieres y sabes que romper ese ciclo de toxicidad puede causar algún daño. En ocasiones, decir la verdad de lo que uno siente hace daño a los demás, pero es una necesidad vital. Se trata solo de marcar límites y dejar claro lo que permites o lo que no. No deseas causar daño alguno, debes dejarlo claro, al igual que debe quedar constancia de que tampoco tú quieres ser herido/a nunca más.
Reconoce la manipulación. Hay veces que es tan sutil, que no nos damos cuenta, así que atiende cualquier palabra, cualquier comportamiento. Y sobre todo, no caigas en las redes de la “victimización”, puesto que es un recurso fácil al cual suelen recurrir las personas tóxicas y las madres tóxicas. Alzarse como las más dolidas, las más heridas, cuando en realidad, al que han hecho daño es a ti. Tenlo siempre en cuenta.
Ibuprofeno = VENENO
Según un estudio realizado con más de 600.000 pacientes, el medicamento más consumido del mundo (considerado el analgésico más seguro) podría tener peligrosos efectos si se toma a diario.
El paracetamol empezó a comercializarse en 1955 bajo el nombre de Tylenol, y en sólo unos años se convirtió en uno de los analgésicos más populares. Hoy en día es el medicamento genérico más vendido del mundo, y está presente como principal principio activo en fármacos tan populares como el Efferalgan o el Gelocatil, que ocupan, respectivamente, el segundo y tercer puesto en la lista de ventas de medicamentos de nuestro país.
Tradicionalmente, los médicos han considerado al paracetamol un analgésico más seguro que la aspirina, que puede causar sangrado en el estómago,y el ibuprofeno, que además de ocasionar problemas gastrointestinales triplica el riesgo de padecer problemas cardiacos si se consume en exceso. Pero esto no quiere decir que podamos consumir paracetamol a la ligera.
Debido a la popularización del medicamento, que es barato y accesible sin receta en gran parte del mundo, los casos de sobredosificación son frecuentes. La dosis estándar es segura, pero se trata de un medicamento con un índice terapéutico muy ajustado: el máximo de la dosis normal (4 gramos en día en adulto), es cercano a la sobredosis, y ésta puede causar daños importantes en el hígado.
Los pacientes que toman el analgésico de forma rutinaria tienen un 63% más posibilidades de morir de forma inesperada.
Pero esto no es todo. Como están advirtiendo cada vez más médicos, los riesgos de un consumo prolongado de paracetamol incluso dentro de las dosis recomendadas, podrían ser bastante mayores de lo que creíamos. Según un nuevo estudio, publicado esta semana en la revista Annals of the Rheumatic Diseases, los pacientes que toman el analgésico de forma rutinaria tienen un 63% más posibilidades de morir de forma inesperada, un 68% más posibilidades de padecer un infarto o un ictus y hasta un 50% másposibilidades de tener una úlcera o sangrado estomacal.
“Urge revisar los efectos reales del paracetamol”
Para la elaboración de su investigación, Conaghan y sus colegas han revisado los datos de ocho estudios, que contienen el historial de 666.000 pacientes. Los hombres y mujeres analizados estuvieron tomando paracetamol a diario durante un máximo de 14 años, aunque también se incluye el perfil de personas que lo tomaban menos o casi no lo tomaban.
El autor de la investigación, Philip Conaghan, profesor del Leeds Institute of Rheumatic and Musculoskeletal Medicine, reconoce que es difícil saber cuál es la responsabilidad real del paracetamol, teniendo en cuenta que los pacientes que lo toman a diario suelen sufrir una enfermedad crónica que complica su existencia. Pero cree que los datos estadísticos son lo suficientemente significativos como para tomarse la cosa en serio.
“Me preocupa que tomar paracetamol a grandes dosis y en periodos prolongados de tiempo pueda estar asociado con efectos secundarios que hasta ahora desconocíamos”, asegura Conaghan en la nota de presentación del estudio. “Dado su alto uso y disponibilidad, urge elaborar una revisión sistemática de su eficacia y su tolerabilidad”.
Para qué dolores debemos usar paracetamol y para cuáles ibuprofeno
Las alternativas no son mejores
Dado el carácter epidemiológico de este estudio –en el que, como el propio Conaghan reconoce, es imposible constatar ninguna relación causal– los médicos no han tardado en relativizar sus conclusiones.
Según ha explicado a The Daily Mail Nick Bateman, profesor de toxicología clínica de la Universidad de Edimburgo, “el paracetamol sigue siendo el analgésico más seguro y este estudio no debe impedir que la gente lo tome. Basados en estos resultados, debemos tratar de tomar la dosis efectiva más pequeña posible y durante el tiempo más corto que se pueda, pero eso es algo de sentido común para todas las medicinas”.
Nunca se debe superar el consumo de más de 4 gramos de paracetamol al día
El problema es que hay mucha gente que carece de sentido común –o, más bien, de la información necesaria– y toma analgésicos como si fueran caramelos. En 2012, Desiree Philips, una joven británica de 20 años, falleció debido a una sobredosis de paracetamol. Se había sometido a una operación menor para eliminar varios bultos benignos en el pecho y, tras ésta los médicos le recetaron antibióticos y le invitaron a usar paracetamol sin receta médica.
Nueve días después de la operación, Phillips tuvo que ser trasladada al hospital debido a unos dolores insoportables y fue diagnosticada con insuficiencia hepática. Aunque sobrevivió al trasplante de hígado, murió sólo una semana después en el propio hospital de Birmingham donde estaba ingresada.
No se trata de un caso aislado. La sobredosis de paracetamol es la principal causa de insuficiencia hepática aguda en Reino Unido y Estados Unidos. Teniendo en cuenta los millones de comprimidos que se consumen, este dato no es tan extraño: la aparente magnitud del problema es un reflejo del amplio número de pacientes que toman este fármaco con buenos resultados y sin ningún efecto adverso. Ahora bien, es necesario recordar que nunca se debe superar el consumode más de 4 gramos de la pastilla al día.
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