Por Laura Hentschell / BWN Argentina
El 3 de mayo del 2015 se anunció que más de 30.000 médicos y expertos en salud en toda América Latina están exigiendo que los productos de Monsanto sean prohibidos. Uno de los principales argumentos de estos médicos contra Monsanto es la reciente confirmación (Por parte de la Organización Mundial de la Salud) que su principal herbicida RoundUp (glifosato) es causante de cáncer.
En Argentina, el glifosato se aplica en más de 28 millones de hectáreas. Cada año, el suelo se rocía con más de 320 millones de litros de glifosato, lo cual significa que 13 millones de personas están siendo afectadas directamente.
Las cifras responden a un estudio de la Red Universitaria de Ambiente y Salud – Médicos de Pueblos Fumigados, El problema es aún mayor teniendo en cuenta que el resto de Argentina y la totalidad de sus habitantes, consumen productos transgénicos y/o contaminados por Monsanto y sus agrotóxicos cancerígenos.
“La Federación Sindical de Profesionales de la Salud FESPROSA, compuesta por más de 30.000 profesionales de la salud médica, pidió mediante un comunicado la prohibición del uso de glifosato en Argentina”: Los médicos creen que el principio de precaución debe aplicarse, y que es necesario dejar de acumular estudios y tomar decisiones antes que sea demasiado tarde.
Los médicos esperan que una legislación a este fin entre en vigor a la brevedad. Se busca prohibir la compra venta y utilización de glifosato, acorde a declaraciones de Javier Souza, Director de Pesticide Action Network International y coordinador de Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América latina.
No podemos permitir que los intereses comerciales de una multinacional americana sionista sean más importantes que la salud de la gente en América Latina. Los gobiernos deben promover la tecnología y las prácticas de la agricultura sustentable para proteger a los productores, los consumidores y el medio ambiente.
Como se informó a principios de este año, Monsanto sigue perdiendo ganancias en el segundo trimestre de 2015, perdiendo un excepcional 15% de beneficio por la caída de ventas de semillas OGM – incluso más de lo que la mayoría de los expertos proyectaron.
Sin embargo Monsanto busca aprobar su Ley de Semillas en Argentina, para ilegalizar las semillas orgánicas (es decir cualquier semilla sin patente de Monsanto).
Comentario de Celeste Fassbinder (BWN): Por supuesto, los grandes medios de comunicación financiados por Monsanto y la Industria Farmacéutica (que son lo mismo) no te lo dicen. Yo diría que esto convierte a los directores, propietarios y periodistas de esos medios en genocidas y cómplices de asesinato. Comentario de Matías Díaz (BWN): ¡Es noticia en la prensa internacional pero los políticos y medios de Argentina no se enteraron! Dejá esta nota publicada en la biografía o comentarios de páginas de medios y políticos. Ayudalos a hacer su trabajo. Comentario de Diego Ignacio Mur (BWN Argentina, BWN Patagonia): No somos los únicos que estamos despiertos, lamentablemente poca gente va a enterarse si no das difusión a este informe basado en estudios científicos y profesionales de la Salud responsables.
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