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jueves, 1 de diciembre de 2016

Profunda CORRUPCIÓN del sistema sanitario mundial, revelando su funcionamiento y planteando vías de solución

GHISLAINE LANCTÔT, autora de “La mafia médica”:
“Para mejorar nuestra salud es necesario ser más responsables”


Texto: Carlos Meza
Lanctôt, nacida en Canadá, inició desde hace 25 años este trabajo en su país. Después siguió en Francia y Estados Unidos. Llega ahora a España [2007] con sus argumentos sobre el sistema de sanidad actual en el mundo: “atiende a la enfermedad, no a la salud, al tiempo que hace vulnerables a las personas al volverles ignorantes, dependientes y consumidores de fármacos”.
“El individuo es soberano respecto de sus decisiones en torno a la propia salud, pero a veces no lo sabe; por eso es necesario recodárselo y enseñarle a usar su propio poder, y así tener una mejor salud y vida”, afirma la doctora Ghislaine Lanctôt, autora del best seller “La mafia médica”, un polémico trabajo que denuncia la forma en que organismos internacionales, gobiernos, laboratorios y entidades financieras manipulan los sistemas de salud.

– ¿Qué es “La mafia médica y cómo se estructura”?

– La Organización Mundial de la Salud (OMS), es el Ministerio del “Gobierno Mundial” representado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pues bien, la OMS es la que establece las políticas de salud y todos los países miembros ejecutan estas políticas. Todo esto es parte de un programa que se llama el Nuevo Orden Mundial anunciado por el entonces presidente de Estados Unidos George Bush (padre del actual presidente George W. Bush) en 1990, pero ya estaba en preparación desde años y años.
Es el poder absoluto a nivel mundial, y existe porque está establecido con todos los organismos que funcionan como ministerios, la OTAN, UNICEF, UNESCO, FAO. Todas estas estructuras son los ministerios del “Gobierno Mundial” estableciendo las políticas en diferentes ámbitos para todos los países del planeta.

– ¿Cómo actúa esta estructura, qué ejemplos puede dar?

– Un ejemplo actual y obvio es la gripe aviar. La epidemia no existe. Las cifras exactas son de 152 casos de personas que murieron en un plazo de nueve años a nivel mundial, pero la OMS y el “Gobierno Mundial” decidieron que habría una epidemia. Los gobiernos se preparan e invierten una fortuna en millones de dólares en prepararse ante una epidemia que no existe.
También se preparan las mentes de las personas y cuando van a decidir que ya está la epidemia, la gente estará lista y en su cabeza dirá ¡es verdad! Es un ejemplo evidente de política y estrategia a nivel mundial en el ámbito de la salud. Pero es así en cualquier ámbito: en la agricultura con la FAO, en la OMS con la salud…

– Desde el ámbito de la legalidad internacional, ¿Cómo actúa esta mafia?, ¿es posible poner un límite con las leyes?
– La mafia a la que nos referimos es oficial, no es una estructura escondida al margen de la legalidad. Involucra directamente al poder legislativo. Y lo que ellos (los integrantes de esta estructura) llaman ilegal es la competencia. Por ejemplo los medicamentos genéricos, las medicinas suaves, la rama herbolaria, se elimina con formas claras de impedir el uso de productos porque son competidores y molestan a la mafia oficial, que se llama gobierno. Ellos llaman a los demás mafia, cuando en verdad son ellos la verdadera mafia.

– ¿Por qué es un tema del que se debate poco a nivel público?

– Algunos médicos lo han denunciado desde hace mucho tiempo, y cada vez más gente lo ha hecho, pero a costa de grandes castigos. Algunos murieron y todas las personas que dicen cómo funciona, pierden sus privilegios: El derecho de práctica, su laboratorio si lo tienen, sus centros de estudios, su reputación, su dinero, están eliminados tanto a nivel financiero, como social, y hasta físicamente también.

– ¿Qué papel juegan las organizaciones no gubernamentales y las universidades ante una mafia de este tipo?

– Están involucradas. Las organizaciones no gubernamentales aplican las directivas de la OMS. Para el publico parecen ser organizaciones más marginales, siempre de carácter humanitario, o que quieren ir en contra y protestan, pero cuando se indaga se ve que en muchas de ellas las personas que las encabezan son personas que están nombradas por el gobierno.
En cuanto a las universidades, están controladas por la banca y los gobiernos. No sólo el estudiante de medicina, sino otros estudios que son financiados por la industria en muchas de las universidades, y esa industria decide qué se investiga y qué se encuentra.

– Ante la actitud pasiva que parecen tener los pacientes, ¿qué pueden hacer para librarse de este tipo de estructuras?

– No es un problema que se ataque, no se trata de abordar así. El verdadero poder lo tienen los individuos, los enfermos. Imagina que los enfermos dejan de ir al médico. Se derrumbaría el sistema total, sólo porque el poder está en las manos de la persona, en el individuo, pero él no lo sabe, no tiene conciencia de eso.
En realidad el individuo es soberano, él es la autoridad suprema, pero no lo sabe, y él ha entregado el poder a dos instituciones, la primera es el médico, y éste entregó el poder al colegio de médicos, y éste depende del gobierno, y el gobierno depende del dinero, pero dinero con D mayúscula, y a su vez a la OMS y el sistema de la banca mundial. Entonces su poder se entregó a los médicos y su dinero a los seguros, y los seguros pertenecen a los gobiernos, y el gobierno depende del dinero, y llegamos a lo mismo.
El enfermo ya no decide a qué hospital irá, ni qué intervención o tratamiento se le dará, ni su precio, porque ha entregado su poder a los seguros y todo se maneja fuera de su persona. El seguro paga y entonces decide cómo hacer las cosas. El médico decide qué tratamiento se aplicará y el enfermo ya no tiene más poder de decisión; se lo ha otorgado al médico. El médico obedece al colegio de médicos, y siempre va todo al mismo núcleo que lo controla todo. Es lo mismo en todos los sistemas. La pena es que el paciente no tiene conciencia.
Otro ejemplo sería, cuando el individuo deja de pagar los impuestos, son las personas las que tienen el poder y no el gobierno. ¿Por qué el individuo no lo sabe?, pues porque ha olvidado quién es, y solo hace falta recordárselo y enseñarle cómo usar su propio poder.
– ¿Qué papel le corresponde a los medios de comunicación ante esta situación?
– Los medios me han preguntado cosas y están abiertos. Los periodistas estaban muy entusiasmados con este libro ante la posibilidad de conocer esta versión distinta, pero tres meses después se acabó y silencio total, porque recibieron la orden de dejarlo, de dejar de entrevistarme y darme la palabra. Porque el dinero controla la medicina pero también a los medios de comunicación.

– En la promoción de este libro, y en sus conferencias, ¿cómo es el trato del público?

– A nivel del público, es muy positivo. El comentario que me han hecho es: gracias por decir algo sobre lo que estoy pensando por mí mismo. Pero el cuerpo médico lo recibió mal porque se cuestionaban sus privilegios y su autoridad.

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