Un estudio reciente publicado en la revista JAMA Neurología confirma que existe una asociación entre el uso sostenido de un tipo de medicamentos para tratar la acidez, reflujo gastroesofágico y úlceras digestivas, los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, esomeprazol pantoprazol, lansoprazol o rabeprazol) y un mayor riesgo de sufrir de demencia, depresión y accidentes cerebro-vasculares o “derrames” en personas mayores de 75 años.
Este resultado tiene implicaciones muy importantes:
– Este tipo de medicamentos es uno de los que se prescriben e indican con mayor frecuencia a pacientes de la tercera edad sin que sean realmente necesarios, lo cual quiere decir que muchas personas de este grupo de edad se encuentran actualmente expuestas a un mayor riesgo de demencia en un futuro cercano.
– En una población con una mayor expectativa de vida, el número de personas que alcanzan esta edad va en aumento, con el potencial riesgo de incrementar los casos de demencia en caso de usar estos medicamentos.
– La aparición de síntomas de demencia (desorientación, pérdida de memoria, fallas de lenguaje) van progresando con el tiempo hasta obligar a la persona a ser recluida, aislada o requerir cuidados permanentes, con serias consecuencias para los familiares tanto desde el punto de vista económico (abstentismo laboral, gastos excesivos, hospitalizaciones, etc.) como emocional (depresión, frustración, insomnio y bajo rendimiento laboral).
Aunque aún no se conoce exactamente cómo el consumo de este tipo de medicamentos incrementan el riesgo de demencia, cierta evidencia sugiere que dichos químicos pueden incrementar la cantidad de proteína beta amiloide en el cerebro, la cual es elemento clave en la presencia de demencia. Otro factor puede ser una deficiencia de vitamina B12 causada por los medicamentos al bloquear la producción de ácido en el estómago, lo cual interfiere con la absorción de la vitamina. Finalmente, el uso de otros medicamentos para el tratamiento de otras condiciones podría estar asociado también a un mayor riesgo de demencia.
A pesar de que no se haya comprobado que los inhibidores de la bomba de protones causan demencia, si existe una asociación estadística entre su consumo y la aparición de demencia, por lo que la recomendación final es hacer, junto a tu médico tratante o el médico de tu familiar, una valoración exhaustiva de los beneficios de estos medicamentos en cada caso en particular.
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